Playa de Barra

Me encanta la playa de Barra: es un gran arenal de más de un kilómetro flanqueado por dos paredes de roca, dunas a su espalda y un inmenso pinar donde refugiarse a la sombra si el calor aprieta. Y en al fondo, las Cíes, tan cerca que puedo oler cada rincón.
Es muy buena para pasear porque tiene poca pendiente y su arena es blanca, fina y suave. Su agua turquesa es fresca y cristalina. A veces hay unas olitas muy divertidas.
Los humanos van desnudos, lo que me gusta: cuerpos sin pelo paseando de un lado a otro. Algunos son totalmente pelones, sólo un poco de pelo en la cabeza, en el mejor de los casos.
Aquí perros y humanos convivimos en armonía y respiramos libertad. Sin servicios de bandera azul (lo que me beneficia, si no, me vetarían el acceso) pero de estandarte verde: pura naturaleza.
No es fácil encontrarla la primera vez que vas hasta allí, pero ya os indico como llegar en el mapa.
Uno de mis lugares favoritos es la que llamo la explanada atalaya desde donde me encanta sentarme a la sombra y observar un fantástico escenario. Ahora alguien ha decorado unos árboles caídos de una forma muy tribal. Me gusta.
En el verano hay unos chiringuitos para bebidas y helados. Os recomiendo llevaros la comida y comer entre los pinos y las dunas mirando al mar ¿Qué mejor restaurante?
Si no traéis provisiones de casa, en la zona hay muchos lugares donde abastecerse de comida preparada: desde las opciones gourmet de Casa Porrón en Cangas (Avda. Eugenia Sequeiros, 15, Tlf. 986303451) o deliciosos bocatas o empanadas en Aldán (Rogelio Martínez, Panadería Cal, ver etiquetas).
Si se prefiere un restaurante, muy cerca está uno de mis favoritos: Cabo Home (ver etiquetas).
Para dormir nada más lejos de una cabañita en el bosque: un alojamiento excepcional de alquiler completo: “Areal de Barra”: fresca hierba recién cortada, aguas cristalinas en la piscina, agradables terrazas, olor a mar y a bosque, las Cíes en el horizonte…Perfecta fusión del exterior y el interior donde, tras las amplias cristaleras, todo es armonía, confort y belleza. Los humanos presentes también quedaron fascinados. Las playas y el bosque están a un paso y se puede dar un paseo circular: bajar por Viñó y volver por Barra. Caminar por el bosque, correr por la arena y darse un bañito en el mar ¿qué más se puede pedir?
Areal de Barra (6 personas) y “Areal de Viñó” (10 personas). Tlf. 606 343 527 - 986 119 310.
http://www.ruralgest.net/v3/index_reserva.php?id_casa=573512&operador=66
Aunque se indica que no admite mascotas, si habláis con el propietario y demostráis ser muy buenos, os dejarán disfrutar de este lugar tan especial.

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