Playa de Viñó (Ensenada de Barra)

Viñó es otra de mis playas favoritas. Aquí siempre suceden cosas interesantes: fue aquí donde vi unos pájaros con un pico largísimo que rebuscaban cosas por la arena y aun estoy intentando averiguar cómo se llaman (si alguien lo sabe…la foto puede ampliarse haciendo click), donde asistí al cortejo de gaviotas y cormoranes en sus rocas casi sumergidas, donde vi por primera vez manadas de delfines…
Aquí juego al escondite en la cueva del fondo, me escabullo siempre que puedo al refrescante bosquecillo de pinos que rodea la playa y escalo un poco por las rocas. Es una playa muy abrigada y tranquila. Aquí conviven nudistas y vestidos, perros y humanos con total naturalidad, incluso en el verano cuando en muchas otras playas vedan nuestra presencia.
El acceso es a través del bosque o de las rocas de Nerga o Barra. Tiene un chiringuito en la parte de arriba donde se pueden tomar refrescos, helados y bocadillos. Sólo abre en el verano.
Esta vez, como es habitual, me vi involucrado en bastantes actividades interesantes: aunque por la mañana la playa estuvo muy tranquila, después de comer hubo suerte y bajaron unos cuantos perros. Recordaré mucho tiempo a uno de ellos. Un cachorrito encantador, valiente y muy buen bailarín. Tras la danza, fui bastante bruto y acabé pisándole un poco. El protestó y se enfurruñó pero se le pasó en seguida y seguimos montándonos nuestro ballet particular.








Después nos sentamos en el pinar y nos tomamos unas empanadas de pulpo y chocos en su tinta de la panadería Cal. Creo que ya os he hablado de su empanada de manzana. Estas también merecen la pena (986329283). Después unos helados y vuelta a casa. Había que darse prisa porque queríamos ir al mercado del pescado de Bueu, que tiene la peculiaridad de que subastan por la tarde cuando llegan los barcos de bajura y a partir de las 6.30 o 7 puedes comprar pulpos, lenguados...de todo, aún vivos!

Ya que hoy no se cocinó al mediodía, a la cena van a preparar lenguado al horno, que parecer ser facilísimo: se doran un poco las patatas, cortadas en rodajas, con aceite de oliva, un poco de ajito (echadlo más tarde para que no se queme) y sal. Se distribuyen en la fuente del horno y encima se coloca el lenguado (cuanto más grande mejor). Al horno y listo...se acompaña de ensalada y un buen vino blanco, por ejemplo, otro albariño, un Pazo de Señorans, que sale por unos 10-12€ en tienda. El lenguado bien lo merece...

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