Marejada en la ensenada de Barra

Hoy ha ocurrido algo terrible: ha desaparecido un marinero. Moncho, el humano del perro al que yo llamaba Lolito y resulta llamarse Xoubo no ha vuelto de la pesca. Lo esperaban para comer a las 2 como siempre y nada. Había bastante mar, aunque nada preocu-pante. Se está haciendo de noche y sigue sin volver. Su mujer, Puri y Xoubo no se han movido de la orilla en toda la tarde mirando fijamente al mar y eso que ha llovido bastante. Quieren que Puri vaya a dormir un rato. Le dicen que ya lo está buscando mucha gente pero ella no quiere saber nada de volver a casa sin Moncho. Estoy muy preocupado. Yo también salí a buscarlo en el velero. Me llevaron a ver si mi instinto podía ser de ayuda pero con tanta lluvia y niebla no fui capaz de detectar nada. Al llegar cerca de las bateas noté algo raro y ladré un poco, pero resultó ser una falsa alarma. Me destroza ver desde la ventana las siluetas de Puri y Lolito inmóviles bajo la lluvia. Hace un rato han logrado llevarse a la fuerza a Puri pero Lolito sigue allí, clavado, desesperado.
Son ya las 12 y nada. Me han bajado de nuevo a la playa porque no dejo de gimotear. Saludé a Lolito e intenté animarlo pero no hubo forma. Elna y Fe le llevaron unas salchichas pero el las olisqueó con poco interés y siguió mirando el mar.
Hoy no voy a poder pegar ojo.
La cosa está bastante mal. Han encontrado la chalana sin rastro de Moncho. Sólo dos pulpos y el aparejo. Hay que hacer algo. Vuelvo más tarde.
Muy buenas noticias!!! Ha aparecido Moncho y está perfecta-mente. Sólo tiene frío y hambre (ya le han dado agua). Os cuento lo que pasó: recogiendo un pulpo vino una ola grande y cayó por la borda. Intentó subirse de nuevo a barca pero con el oleaje no le dio alcance. Como estaba cerca de una batea, decidió agarrarse a ella y cobrar fuerzas. Pero empezó a tiritar y se dio cuenta de que no lograría alcanzar la orilla. Dice que no es muy buen nadador. Pensó que su única opción era subirse a la batea y esperar a ser rescatado. Y hubo suerte. Otra barca que salió por la mañana lo vio hacer señas y lo trajo. Nos van a invitar a merendar a todos los que colaboramos. Moncho especificó que a mí también me tienen que dar algo, porque su mujer le contó que había ladrado al pasar por allí. Allá me voy.
La comilona ha resultado un éxito: hubo pulpo, empanadas, mejillones, chocos con arroz, huevas, fritura de pescaditos, chipirones salteados con pimiento y cebolla, sardinas y pan. He de confesar que Lolito y yo cogimos una sardina con pan cada uno (creo que no fue robar, estaban dispuestas en unas mesas a nuestra altura). Todo esto en el restaurante STOP en Hío (986329475/329577, enfrente del crucero, con terracita donde somos admitidos. La comida buenísima y los precios muy razonables. Muy recomendable. Y un vinito para acompañar: Un Ribeiro, Vilerma. Precio aproximado: 9€

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